El Aeropress es el método del explorador. Compacto, liviano, resistente. Diseñado en 2005 por un inventor de juguetes, revolucionó el mundo del café con su versatilidad y rapidez. Es café sin límites.
Funciona por presión manual: se mezcla café con agua caliente, se deja infusionar brevemente y se empuja el émbolo. El resultado: una taza intensa, limpia, con cuerpo medio y baja acidez. Pero lo mejor es que se adapta: podés preparar algo parecido a un espresso, un filtrado o incluso un cold brew.
Para prepararlo:
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Café de molienda media-fina.
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Agua a 85–92 °C.
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Tiempo de infusión: entre 1 y 2 minutos.
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Presionar lentamente, sin apuro.
El Aeropress es el método del viajero, del curioso, del que quiere experimentar. No tiene reglas fijas, solo posibilidades. Y por eso, conquista.
¿Qué pasa cuando el café se vuelve juego?
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