En los rincones más silenciosos del monte, donde la humedad se posa como un susurro sobre la corteza, hay tesoros que no se siembran ni se cosechan. Se descubren.
Los hongos silvestres —como los que ofrecemos en nuestra tienda— son recolectados uno por uno, por manos expertas que conocen el lenguaje del bosque. No hay cultivo ni maquinaria. Solo intuición, respeto y paciencia. Se buscan entre árboles nativos, en suelos que no han sido tocados por la agricultura intensiva. Son frutos del misterio, de la biodiversidad que aún resiste.
Cada hongo silvestre que llega a tu mesa es parte de una historia más grande: la de quienes caminan el monte, la de los ciclos naturales, la de una gastronomía que honra lo auténtico.
Y sí, los tenemos. Porque creemos que lo gourmet no es solo sabor, sino también origen, proceso y conexión.
Descubrí más sobre nuestros hongos silvestres en la tienda. Llevá a tu cocina un ingrediente que no se cultiva… se revela.