Hay cafés que despiertan el cuerpo. Este despierta la atención.
El Brazil Moka es una rareza amable: un café de especialidad que combina acidez brillante con cremosidad envolvente. Cultivado en Cerrado Mineiro, Minas Gerais, a 900 msnm, su perfil es floral, cítrico y dulce, como si la taza llevara consigo la primavera de su origen.
De varietal arábiga y proceso natural, este café tiene 83 puntos en cata y una personalidad que se expresa sin estridencias. Su aroma floral anticipa una experiencia delicada, mientras que las notas cítricas y el dulzor equilibrado lo convierten en un compañero ideal para métodos como V60, Chemex o Aeropress.
Marida con galletas de limón, pan de naranja, o con esos momentos en que uno quiere algo fresco, pero con alma.
John & Joe lo tuestan como quien escribe un haiku: breve, intenso, inolvidable.
